Las promesas de Dios son de firme cumplimiento, aunque el tiempo pase, sigamos esperando que se cumpla en el tiempo exacto.
El requerimiento legal a los padres:
Los padres tenían que circuncidar a su hijo a los 8 días de nacido. Lev. 12:3
A los 40 días los padres ofrecían un sacrificio de acuerdo a su capacidad económica. Lev. 12:6
Un ejemplo digno de imitar
Simeón , un anciano con características sobresalientes: justo en su relación con Dios, piadoso en su relación con las personas. Lc. 2:25
Que el paso de los años nos hagan ser firmes y fieles en la fé.
Simeón esperaba la llegada del Mesías que liberaría a Israel. Luc. 2:25
Que siempre tengamos la expectativa del próximo retorno de nuestro Señor Jesucristo
El Espíritu Santo estaba sobre el anciano Simeón, quien lo guiaba día a día. Lc. 2:26-27
Ser guiados por el Espíritu Santo es un requerimiento para todo hijo de Dios.
Para un hijo de Dios obediente, no hay coincidencias, sino designio divino. Lc. 2:27-28
Ser guiados por el Espíritu Santo nos lleva a dónde Dios desea que estemos.
Al ver cumplida la promesa, Simeón explota en una alabanza de gratitud y profética. Lc. 2:28-32
Ser guiados por el Espíritu Santo nos lleva a glorificar a Dios independiente del tiempo de espera.
El cántico de Simeón
Simeón comprendió que su tarea fue cumplida y que esperaba volver a Casa. Lc. 2:29
2 Timoteo 4:7 NTV
[7] He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel.
Simeón comprendió que solo había un único y suficiente Salvador al decir: He visto tu salvación. Lc. 2:29
Hechos de los Apóstoles 4:12 NTV
[12] ¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos.
Simeón comprendió el alcance de la perfecta obra del Salvador al decir: «la que preparaste para toda la gente. El es una luz para revelar a Dios a las naciones. Lc. 2:31-32
Hechos de los Apóstoles 4:12 NTV
[12] ¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos.

